El proceso está repleto de actividades encaminadas a obtener, coordinar y lograr lo mejor de los recursos humanos de la Organización.
El Propósito clave de la Gestión de RR.HH., siguiendo una definición del The Personnel Standars Lead Body, es "que los gestores hagan posible el enfocar las contribuciones individuales y colectivas de las personas hacia el éxito empresarial, tanto a corto como a largo plazo". Todo ello implica:
- Crear un contexto que permita formar y motivar a la gente que se necesita, bien en el momento actual o como resultado de planes futuros.
- El continúo desarrollo del potencial de las personas y la creación de un clima en el que todos están motivados para cumplir con los objetivos organizacionales.
- Ayudar a la Organización a equilibrar y adaptarse a los diversos objetivos de los principales grupos de interés: accionariado, empleados, clientes, proveedores, organismos públicos y privados y las comunidades en las que la Organización opera.
- El impulso de mutuos intereses y el fomento del trabajo en equipo dentro y a lo largo de la Organización.
En definitiva, la Gestión de los Recursos Humanos tiene que ver con la gestión de las personas que conforman la Organización y con la forma en la que se mejora la obtención de resultados. Esta debe ser la principal preocupación de los especialistas de este ámbito y de todos los responsables de equipos, aunque los profesionales de Recursos Humanos son los que contribuyen de una forma más destacada a este proceso; esto incluye innovar, prestar asesoramiento y servicio dentro de un contexto determinado.
Las organizaciones pueden ser consideradas como sistemas; por ello, su efectividad en el proceso de transformar inputs en outputs se consigue integrando las diferentes partes del sistema interno para lograr una adaptación con su medio externo.
El contexto interno de una Organización consta de:
- Su sistema social: la forma en la que son organizados los grupos de trabajo y los procesos de interacción que se dan entre ellos.
- Su sistema técnico: la forma en la que el trabajo es organizado y llevado a cabo para producir resultados o servicios a los clientes.
Dicho contexto esta siendo, cada vez más, determinado por el uso de las nuevas tecnologías. La tecnología que posee la Organización ejerce una influencia determinante en su contexto interno: la forma en la que el trabajo se organiza, se gestiona y se lleva a cabo.
La introducción de nuevas tecnologías puede producir considerables cambios en los sistemas y procesos de una Organización. Se requieren entonces otras habilidades y nuevos métodos de trabajo.
El resultado puede traducirse en un desarrollo de la integración de la Organización y de sus empleados, incluyendo personas formadas en un enfoque multidisciplinar, asegurándose de que poseen un abanico de habilidades que les permiten trabajar de forma flexible en una variedad de tareas, a menudo dentro de un contexto de trabajo en equipo.
El contexto externo afecta a las Organizaciones a través de la competencia en los mercados locales, europeos o globales. Las Organizaciones se ven afectadas también por las tendencias económicas, desarrollos en nuevas tecnologías e intervenciones gubernamentales.
Dicho contexto cambia de forma permanente y puede ser turbulento o incluso caótico y, a menudo, dicha turbulencia condiciona el status interno de la Organización.
La competencia global en sistemas de producción maduros y en el sector servicios se ha incrementado a través de las multinacionales y la industrialización del mercado asiático.
Ha contribuido a todo esto la facilidad de la tecnología transferible y las reducciones en las barreras arancelarias. Los clientes demandan cada vez más nuevos estándares que se logran a través de la generación de buenas prácticas y modelos de Branding.
En definitiva, recientemente la Gestión de RR.HH. está cada vez más enfocada a la implantación y desarrollo de proyectos de Personal Branding y/o de Orientación al Cliente.